Hepatitis B Foundation President Dr. Chari Cohen is quoted in a powerful new story about hepatitis B in The New Yorker. You can read it here.

Información general

¿Qué es la hepatitis B?

La hepatitis B es la infección del hígado más común del mundo. La produce el virus de la hepatitis B (VHB), que ataca y daña el hígado. Se transmite a través de la sangre, del sexo sin protección, al compartir o reutilizar agujas y de cualquier madre infectada a su bebé recién nacido durante el embarazo o el parto. La mayoría de los adultos infectados puede eliminar el virus de la hepatitis B sin problemas. Sin embargo, algunos adultos y la mayoría de los bebés y niños infectados no pueden eliminar el virus y desarrollan una infección crónica (para toda la vida).

La buena noticia es que existe una vacuna segura para prevenir una infección por hepatitis B y hay tratamientos nuevos para las personas que ya están infectadas con hepatitis B. 

¿Cuántas personas están afectadas por la hepatitis B?

A nivel mundial, 2 mil millones de personas (1 de cada 3 personas) se han infectado con hepatitis B y 257 millones de personas tienen infección crónica (lo que significa que no pueden eliminar el virus).Un aproximado de 700,000 personas muere cada año de hepatitis B y sus complicaciones.

¿Por qué la hepatitis B es más común en algunas partes del mundo?

La hepatitis B puede infectar a cualquier persona de cualquier edad o etnia, pero las personas que habitan en regiones del mundo donde la hepatitis B es común, como Asia, zonas de África y América del Sur, el este de Europa y el Medio Oriente, corren un riesgo mucho más alto de infectarse. La hepatitis B también es común entre los estadounidenses nacidos (o cuyos padres nacieron) en esas regiones.

La hepatitis B es más común en ciertas regiones del mundo porque existen muchas más personas ya infectadas con hepatitis B en esas regiones. Aunque la hepatitis B no es una "enfermedad asiática" ni una "enfermedad africana", afecta a cientos de millones de personas de esas regiones, por lo que hay más personas que pueden transmitir el virus de la hepatitis B a otras personas. Esto aumenta el riesgo de que alguien pueda infectarse. Debido a que hay menos occidentales infectados, este grupo tiene un riesgo más bajo de infección. 

En regiones donde la hepatitis B es común, las personas se infectan generalmente desde recién nacidos, de una madre que sin saber le transmite el virus a su bebé durante el parto. Los niños pequeños también están en riesgo si viven en contacto cercano diario con un miembro de la familia infectado. Los bebés y los niños tienen más probabilidades de desarrollar una infección por hepatitis B crónica porque sus sistemas inmunológicos inmaduros tienen problemas para eliminar el virus.

Si usted o su familia son de un área de color azul oscuro del mapa, es posible que corran un mayor riesgo de contraer la infección por hepatitis B y deberían hablar con un médico sobre realizarse una prueba.

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¿Por qué debería preocuparme por la hepatitis B?

La hepatitis B crónica puede ocasionar una enfermedad hepática grave, como la cirrosis o el cáncer de hígado. Es importante realizarse una prueba porque el diagnóstico temprano puede conducir a un tratamiento temprano que le puede salvar la vida. Así mismo, las personas infectadas pueden transmitirles el virus a los demás. Debido a que la mayoría de las personas no saben que están infectadas, se lo transmiten a muchas otras personas sin saberlo. Si las personas no se realizan una prueba, la hepatitis B puede pasar a través de muchas generaciones en una familia y en la comunidad.

Un mito frecuente es que la hepatitis B puede "heredarse" debido a que varias generaciones en una familia pueden estar infectadas. Pero la hepatitis B NO es una enfermedad genética; la hepatitis B la produce un virus, el cual se transmite con frecuencia entre miembros de una familia debido a la transmisión de madre a hijo o a la exposición accidental a la sangre en el hogar. Las familias pueden romper el ciclo de infección por hepatitis B al realizarse la prueba, vacunarse y tratarse.

¿Por qué es tan peligrosa la hepatitis B?

La hepatitis B es peligrosa porque es una "infección silenciosa" que puede afectar a las personas sin que lo sepan. La mayoría de las personas infectadas con hepatitis B no están conscientes de su infección y pueden, sin saberlo, transmitirles el virus a otras personas a través de su sangre y fluidos corporales infectados.Para los que tienen infección crónica, hay un riesgo mayor de desarrollar insuficiencia hepática, cirrosis o cáncer de hígado más adelante en sus vidas. El virus puede atacar de manera silenciosa y continua el hígado por muchos años sin ser detectado. 

¿Qué es hepatitis B aguda?

Una infección aguda por hepatitis B puede durar hasta seis meses (con o sin síntomas) y las personas infectadas pueden transmitirles el virus a otras personas durante este tiempo.

Los síntomas de una infección aguda pueden incluir pérdida del apetito, dolor muscular y articular, fiebre de bajo grado y posible dolor de estómago. Aunque la mayoría de las personas no presentan síntomas, estos pueden aparecer 60 o 150 días después de la infección, siendo el promedio a los 3 meses. Algunas personas pueden presentar síntomas más graves, como náuseas, vómitos, ictericia (coloración amarillenta de los ojos y de la piel) o hinchazón del estómago, que los motiva a consultar con un proveedor de atención médica.

Una prueba de sangre sencilla puede indicarle a una persona si tiene el virus de hepatitis B en su sangre. Si a usted se le ha diagnosticado hepatitis B aguda, el médico tendrá que evaluar su sangre de nuevo en 6 meses para averiguar si se ha recuperado o si ha desarrollado una infección crónica por hepatitis B. Hasta que su proveedor de atención médica confirme que la prueba de sangre demuestra que ya no hay virus de hepatitis B en su sangre, es importante proteger a los demás de una posible infección. También es importante que su(s) pareja(s) sexual(es) y miembros de su familia (o las personas con las que vive en contacto cercano) se realicen una prueba para detectar hepatitis B. Si no han sido infectados y no han recibido la vacuna de la hepatitis B, entonces deberían comenzar el esquema de vacunación contra la hepatitis B.

A las personas que tienen hepatitis B aguda no se les receta ningún tratamiento específico para la hepatitis B; no existe un tratamiento para eliminar la infección aguda por hepatitis B, y la mayoría de las personas infectadas cuando son adultas se recuperan por sí mismas. A veces, una persona con síntomas graves puede ser hospitalizada para obtener ayuda general. El reposo y el control de los síntomas son los objetivos principales de esta atención médica. Una enfermedad poco frecuente y que pone en peligro la vida llamada "hepatitis fulminante" puede aparecer con una nueva infección aguda y requiere atención médica urgente e inmediata debido a que la persona puede presentar insuficiencia hepática repentina.

Los consejos sencillos para cuidar su hígado durante una infección aguda por hepatitis B son evitar el alcohol, dejar o disminuir el consumo de cigarrillos, comer alimentos saludables, evitar los alimentos grasos y hablar con su proveedor de atención médica sobre todo medicamento que esté tomando (medicamentos con o sin receta, vitaminas o suplementos naturales) para asegurarse de que sean seguros para su hígado. Ese es un buen momento para hacer cualquier otra pregunta que pueda tener. Es probable que el uso de vitaminas y suplementos para un hígado saludable no lo ayuden en su recuperación y pueden, de hecho, hacerle más daño que bien a su hígado.

Asegúrese de realizar el seguimiento con su proveedor de atención médica, de necesitar cualquier prueba de sangre adicional, para confirmar su recuperación de una infección aguda.

¿Qué es la hepatitis B crónica?

A las personas cuyas pruebas son positivas para el virus de la hepatitis B por más de seis meses (después de su primer resultado de prueba sanguínea) se les diagnostica infección crónica. Esto significa que su sistema inmunológico no pudo eliminar el virus de la hepatitis B y continúa en su sangre e hígado. Existen maneras eficaces de tratar y controlar una infección crónica, pero no hay cura. Si tiene una infección crónica, el virus probablemente continúe en su sangre por el resto de su vida.

Las personas que tienen hepatitis B crónica pueden, sin saberlo, transmitirles el virus a otras personas. La hepatitis B crónica también puede producir enfermedades hepáticas graves, como cirrosis o cáncer de hígado. No todas las personas infectadas de forma crónica desarrollarán una enfermedad hepática grave. Sin embargo, tienen mayor probabilidad de desarrollarla que alguien que no está infectado.

El riesgo de desarrollar una infección crónica por hepatitis B se relaciona con la edad en la cual se contagió por primera vez con el virus de la hepatitis B:

  • 90% de los recién nacidos y bebés infectados desarrollarán una infección crónica por hepatitis B.
  • Hasta 50% de los niños infectados (entre 1 y 5 años) desarrollarán una infección crónica por hepatitis B.
  • Entre 5 y 10% de los adultos infectados desarrollarán una infección crónica por hepatitis B (eso significa que el 90% se recuperará).

Saber que tiene una infección crónica por hepatitis B puede ser perturbador. Debido a que la mayoría de las personas no presentan síntomas y se les puede diagnosticar décadas después de su exposición inicial al virus de la hepatitis B, puede ser una conmoción y una sorpresa que se les diagnostique una infección crónica por hepatitis B. La buena noticia es que se espera que la mayoría de las personas con hepatitis B crónica vivan una vida larga y saludable.

Las mujeres embarazadas infectadas pueden transmitirles el virus a sus recién nacidos durante el parto. Por lo tanto, debido al alto riesgo de que la infección en los recién nacidos se vuelva crónica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) de los EE. UU. recomiendan que todos los bebés reciban su primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B en un plazo de 12 a 24 horas después de nacer. ¡Si está embarazada y sabe que está infectada, puede asegurarse de que su bebé reciba la primera dosis de la vacuna contra la hepatitis B en un plazo de 12 a 24 horas después del 

parto!

Aunque no existe cura para la infección crónica por hepatitis B, existen terapias eficaces con medicamentos que pueden controlar el virus de la hepatitis B y evitar que dañe el hígado. También existen nuevos medicamentos prometedores en fase de investigación que pudieran proporcionar una cura en un futuro muy cercano. Aunque el riesgo de desarrollar una enfermedad hepática grave o cáncer de hígado es mayor para los que viven con hepatitis B crónica que para los que no están infectados, aún existen muchas medidas sencillas que una persona puede tomar para ayudar a disminuir su riesgo.

  • Programe consultas regulares cada seis meses (o al menos cada año) con un especialista en hígado o un proveedor de atención médica experto en hepatitis B, de modo que puedan supervisar la salud de su hígado.
  • Converse con su proveedor de atención médica sobre si el tratamiento para su infección crónica por hepatitis B sería de utilidad para prevenir una enfermedad hepática grave o cáncer de hígado.
  • Asegúrese de que su proveedor de atención médica le realice pruebas de detección de cáncer de hígado durante sus consultas regulares, ya que la detección temprana equivale a más opciones de tratamiento y a una vida más larga.
  • Evite o limite el consumo de alcohol y cigarrillos ya que ambos le producen mucho estrés a su hígado.

Consuma una dieta saludable con muchos vegetales, ya que los alimentos grasosos y fritos son pesados para su hígado.

¿Qué significa ser un "portador crónico"?

Cuando alguien tiene infección crónica por hepatitis B, el médico puede referirse a esa persona como "portador crónico". Ser un "portador crónico" significa que usted tiene una infección crónica por hepatitis B, que puede transmitirles el virus a otras personas y que su infección la debería controlar un médico.

¿Existe una cura para la hepatitis B?

La mayoría de los adultos se recuperarán de una infección aguda por sí mismos sin necesidad de medicamentos. Para los adultos, bebés y niños que desarrollen una infección crónica por hepatitis B no existe actualmente una cura. Pero la buena noticia es que existen tratamientos que pueden ayudar a desacelerar la progresión de la enfermedad hepática en las personas con infección crónica al desacelerar el virus. Si se produce menos virus de hepatitis B, entonces se le ocasiona menos daño al hígado.

Con toda la nueva y fascinante investigación, existe mucha esperanza de que se encontrará una cura para la hepatitis B crónica en el futuro cercano. Visite nuestro Drug Watch (Observatorio de medicamentos) para ver una lista de otros medicamentos prometedores en desarrollo.

¿Qué opciones existen para tratar mi hepatitis B?

Para una infección aguda, por lo general no existe tratamiento más que el descanso y medidas de apoyo para controlar cualquier síntoma.

Para la hepatitis B crónica, existen muchos tratamientos disponibles. Es importante entender que no todas las personas con hepatitis B crónica necesitan tratamiento. Su médico lo ayudará a decidir si necesita medicamentos o si puede esperar y supervisar su enfermedad.

Existen varios medicamentos antivirales que desaceleran o detienen la reproducción del virus de la hepatitis B, lo cual disminuye la inflamación y el daño al hígado. Esos antivirales se toman como una píldora una vez al día y al menos durante 1 año, aunque generalmente por más tiempo. Hay 6 antivirales aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de los EE. UU., pero solo se recomiendan tres antivirales de "primera línea": tenofovir disoproxilo (Viread/TDF), tenofovir alafenamida (Vemlidy/TAF) y entecavir (Baraclude). Se recomiendan los antivirales de primera línea porque son más seguros y los más eficaces. Para las personas que no responden o no tienen acceso a los tratamientos antivirales de primera línea, existen otras opciones disponibles: telbivudine (Tyzeka, Sebivo), adefovir dipivoxilo (Hepsera) y lamivudina (Epivir-HBV, Zeffix, Heptodin).

Aunque la FDA aprobó estos antivirales para la hepatitis B crónica, estos no ofrecen una cura completa. Sin embargo, pueden disminuir en gran medida el riesgo de desarrollar daño hepático y cáncer de hígado. Los antivirales no se deben detener y comenzar, por eso es tan importante una evaluación a fondo por parte de un médico experto antes de comenzar el tratamiento para la hepatitis B crónica.

Así mismo, existen medicamentos inmunomoduladores que estimulan el sistema inmunológico para ayudar a controlar el virus de la hepatitis B. Se administran como inyecciones durante 6 meses a 1 año. Los que se recetan con más frecuencia incluyen interferón alfa-2b (Intron A) y el interferón pegilado (Pegasys).

Usted y su médico deberán conversar sobre las opciones de tratamiento antes de decidir cuál es, de haberla, la mejor para usted. Para muchas personas, estos medicamentos disminuirán o detendrán el virus de la hepatitis B. Esto logra que los pacientes se sientan mejor en unos pocos meses porque el daño hepático del virus se habrá desacelerado, o incluso revertido en algunos casos, cuando los medicamentos se toman a largo plazo.

Para ver una lista completa de los medicamentos aprobados por la FDA y otros medicamentos prometedores en desarrollo para la hepatitis B, visite nuestro Drug Watch (Observatorio de medicamentos).

General Information

What is hepatitis B?

Hepatitis B is the world's most common liver infection. It is caused by the hepatitis B virus (HBV), which attacks and injures the liver. It is transmitted through blood, unprotected sex, shared or re-used needles, and from an infected mother to her newborn baby during pregnancy or delivery. Most infected adults are able to get rid of the hepatitis B virus without any problems. However, some adults and most infected babies and children are unable to get rid of the virus and will develop chronic (life-long) infection.

The good news is that there is a safe vaccine to prevent a hepatitis B infection and new treatments for those already infected with hepatitis B. 

How many people are affected by hepatitis B?

Worldwide, 2 billion people (1 out of 3 people) have been infected with hepatitis B; and 257 million people are chronically infected (which means they are unable to get rid of the virus). An estimated 700,000 people die each year from hepatitis B and its complications.

Why is hepatitis B more common in some parts of the world?

Hepatitis B can infect any person of any age or ethnicity, but people from parts of the world where hepatitis B is common, such as Asia, parts of Africa and South America, Eastern Europe, and the Middle East, are at much higher risk for getting infected. Hepatitis B is also common among Americans who were born (or whose parents were born) in these regions.

Hepatitis B is more common in certain regions of the world because there are so many more people already infected with hepatitis B in these regions. Although hepatitis B is not an "Asian disease" or an “African disease,” it affects hundreds of millions of people from these regions – so there are more people who can pass the hepatitis B virus on to others. This increases the risk that you could get infected. Since there is a smaller number of Westerners who are infected, this group has a lower risk of infection.

In regions where hepatitis B is common, people are usually infected as newborns - from a mother who unknowingly passes the virus to her baby during delivery. Young children are also at risk if they live in close daily contact with an infected family member. Babies and children are more likely to develop a chronic hepatitis B infection because their young immune systems have trouble getting rid of the virus.

If you, or your family, is from an area of the map that is darker blue, you might be at greater risk for hepatitis B infection and should talk to a doctor about getting tested.

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Why should I be concerned about hepatitis B?

Chronic hepatitis B can lead to serious liver disease such as cirrhosis or liver cancer. It's important to get tested because early diagnosis can lead to early treatment which can save your life. Also, people who are infected can spread the virus to others. Since most people don't know they are infected, they are unknowingly spreading it to many other people. If people are not tested, hepatitis B can pass through several generations in one family and throughout the community.

One common myth is that hepatitis B can be "inherited" since several generations in one family may be infected. But hepatitis B is NOT a genetic disease -- hepatitis B is caused by a virus, which is often transmitted among family members due to mother-to-child transmission or accidental household exposure to blood. Families can break the cycle of hepatitis B infection by getting tested, vaccinated and treated.

Why is hepatitis B so dangerous?

Hepatitis B is dangerous because it is a “silent infection” that can infect people without them knowing it. Most people who are infected with hepatitis B are unaware of their infection and can unknowingly pass the virus to others through their blood and infected bodily fluids. For those who become chronically infected, there is an increased risk of developing liver failure, cirrhosis and/or liver cancer later in life. The virus can quietly and continuously attack the liver over many years without being detected. 

What is acute hepatitis B?

An acute hepatitis B infection may last up to six months (with or without symptoms) and infected persons are able to pass the virus to others during this time.

Symptoms of an acute infection may include loss of appetite, joint and muscle pain, low-grade fever, and possible stomach pain. Although most people do not experience symptoms, they can appear 60-150 days after infection, with the average being 3 months. Some people may experience more severe symptoms such as nausea, vomiting, jaundice (yellowing of the eyes and skin), or a bloated stomach that may cause them to see a health care provider.

A simple blood test can tell a person if the hepatitis B virus is in their blood. If you have been diagnosed with acute hepatitis B, the doctor will need to test your blood again in 6 months to figure out if you have recovered, or if you have developed a chronic hepatitis B infection. Until your health care provider confirms that your blood test shows that there is no more hepatitis B virus in your blood, it is important to protect others from a possible infection. It is also important to have your sexual partner(s) and family members (or those you live in close household contact with) tested for hepatitis B. If they have not been infected – and have not received the hepatitis B vaccine – then they should start the hepatitis B vaccine series.

People who have acute hepatitis B are not prescribed specific hepatitis B treatment – there is no treatment that will get rid of an acute hepatitis B infection, and most people infected as adults recover on their own. Sometimes, a person with severe symptoms may be hospitalized for general support. Rest and managing symptoms are the primary goals of this medical care. A rare, life-threatening condition called “fulminant hepatitis” can occur with a new acute infection and requires immediate, urgent medical attention since a person can go into sudden liver failure.

Simple tips for taking care of your liver during an acute hepatitis B infection are to avoid alcohol, stop or limit smoking, eat healthy foods, avoid greasy or fatty foods, and talk to your health care provider about any medications you are taking (prescriptions, over-the-counter medications, vitamins or herbal supplements) to make sure they are safe for your liver. This is a good time to ask any other questions you may have. The use of vitamins and liver health supplements will likely not assist your recovery and may actually cause more harm than good to the liver.

Be sure to follow-up with your health care provider for any additional blood tests that are needed to confirm your recovery from an acute infection.

What is chronic hepatitis B?

People who test positive for the hepatitis B virus for more than six months (after their first blood test result) are diagnosed as having a chronic infection. This means their immune system was not able to get rid of the hepatitis B virus and it still remains in their blood and liver. There are effective ways to treat and manage a chronic infection, but there is no cure. If you are chronically infected, the virus will likely remain in your blood for the rest of your life.

People who have chronic hepatitis B can unknowingly pass the virus on to others. Chronic hepatitis B can also lead to serious liver diseases, such as cirrhosis or liver cancer. Not every person who is chronically infected will develop serious liver disease. However, they have a greater chance than someone who is not infected.

The risk of developing a chronic hepatitis B infection is related to the age at which one first becomes infected with the hepatitis B virus:

  • 90% of infected newborns and babies will develop a chronic hepatitis B infection
  • Up to 50% of infected children (1-5 years) will develop a chronic hepatitis B infection
  • 5-10% of infected adults will develop a chronic hepatitis B infection (that is, 90% will recover)

Learning that you have a chronic hepatitis B infection can be very upsetting. Because most people do not have symptoms and can be diagnosed decades after their initial exposure to the hepatitis B virus, it can be a shock and a surprise to be diagnosed with a chronic hepatitis B infection. The good news is that most people with chronic hepatitis B should expect to live a long and healthy life.

Infected pregnant women can pass the virus to their newborns during childbirth. Therefore, since the risk of newborns becoming chronically infected at birth is high, both the World Health Organization (WHO) and the U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC) recommend that all infants receive the first dose of the hepatitis B vaccine within 12-24 hours after birth. If you are pregnant and you know that you are infected, you can make sure that your baby gets the first dose of the hepatitis B vaccine within 12-24 hours after delivery!

While there is no cure for chronic hepatitis B infection, there are effective drug therapies that can control the hepatitis B virus and stop it from damaging the liver. There are also promising new drugs in the research phase that could provide a cure in the very near future. Although the risk of developing a serious liver disease or liver cancer is higher for those living with chronic hepatitis B than those who are not infected, there are still many simple things a person can do to help reduce their risk.

  • Schedule regular visits every six months (or at least every year) with a liver specialist or a health care provider who is knowledgeable about hepatitis B so they can monitor the health of your liver.
  • Talk to your health care provider about whether treatment for your chronic hepatitis B infection would be helpful in preventing serious liver disease or liver cancer.
  • Make sure that your health care provider screens you for liver cancer during your regular visits since early detection equals more treatment options and a longer life.
  • Avoid or limit alcohol and smoking since both cause a lot of stress to your liver.
  • Eat a healthy diet with lots of vegetables since fried, greasy foods are hard on your liver.

What does it mean to be a “chronic carrier”?

When someone has a chronic hepatitis B infection, their doctor may refer to them as being a “chronic carrier.” Being a “chronic carrier” means that you have a chronic hepatitis B infection, can pass the virus on to others, and you should be managed by a doctor for your infection.

Is there a cure for hepatitis B?

Most adults will recover from an acute infection on their own without the need for medication. For adults, children and infants who develop a chronic hepatitis B infection, there is currently no cure. But the good news is there are treatments that can help slow the progression of liver disease in chronically infected persons by slowing down the virus. If there is less hepatitis B virus being produced, then there is less damage being done to the liver.

With all of the new exciting research, there is great hope that a cure will be found for chronic hepatitis B in the near future. Visit our Drug Watch for a list of other promising drugs in development.

What options are there to treat my hepatitis B?

For an acute infection, there is generally no treatment other than rest and supportive measures to manage any symptoms.

For chronic hepatitis B, there are several treatments available. It is important to understand that not everyone with chronic hepatitis B needs treatment. Your doctor will help you decide if you need medication or if you can wait and monitor your condition.

There are several antiviral medications that slow down or stop the hepatitis B virus from replicating, which reduces the inflammation and damage to the liver. These antivirals are taken as a pill once a day for at least 1 year, usually longer. There are 6 U.S. FDA approved antivirals, but only three “first-line” antivirals are recommended: tenofovir disoproxil (Viread/TDF), tenofovir alafenamide (Vemlidy/TAF) and entecavir (Baraclude). First-line antivirals are recommended because they are safer and most effective. For people who do not respond to, or have access to, the first-line antiviral treatments, other options are available: telbivudine (Tyzeka, Sebivo), adefovir dipivoxil (Hepsera), and lamivudine (Epivir-HBV, Zeffix, Heptodin).

Although the FDA has approved these antivirals for chronic hepatitis B, they do not provide a complete cure. They can, however, greatly decrease the risk of developing liver damage and liver cancer. Antivirals are not meant to be stopped and started, which is why a thorough evaluation by a knowledgeable doctor is so important before beginning treatment for chronic hepatitis B.

There are also immunomodulator drugs that boost the immune system to help control the hepatitis B virus. They are given as injections over 6 months to 1 year. The most commonly prescribed include interferon alfa-2b (Intron A) and pegylated interferon (Pegasys).

You and your doctor will need to discuss the treatment options before deciding which one, if any, is best for you. For many people, these medications will decrease or stop the hepatitis B virus. This results in patients feeling better within a few months because liver damage from the virus is slowed down, or even reversed in some cases, when taken long-term.

For a complete list of FDA approved drugs and other promising drugs in development for hepatitis B, visit our Drug Watch.